Los números reales están presentes en casi todos los aspectos de la vida diaria, aunque muchas veces no seamos conscientes de ello. Desde que comenzamos el día, al ver la hora en el reloj, estamos utilizando números reales. Por ejemplo, cuando ajustamos una alarma para las 6:30 a.m., estamos empleando un número decimal.

Los números enteros se utilizan comúnmente al contar objetos o personas. Por ejemplo, si digo que tengo 3 hermanos, estoy usando un número entero. En una tienda, los productos se cuentan en unidades enteras, como 2 panes o 5 botellas.

Las fracciones son útiles cuando algo se divide en partes. Si corto una pizza en 8 pedazos y como 3, estoy usando la fracción 3/8 para describir cuánto he comido. También es común usarlas al seguir una receta de cocina, como agregar 1/2 taza de azúcar.

Por otro lado, los números decimales aparecen cuando hablamos de dinero o mediciones. Por ejemplo, si algo cuesta $2.50, estamos usando un número decimal. Lo mismo ocurre al medir nuestra altura o peso, como 1.75 metros.

En resumen, los números reales —enteros, fracciones y decimales— están profundamente integrados en nuestras actividades cotidianas, desde hacer compras hasta cocinar o planificar nuestro día.