Yo aplicaría el diseño modular básico de repetición en propuestas que requieran mantener un orden visual, claridad y coherencia en la composición. Este recurso es muy útil cuando se necesita crear piezas gráficas que conserven una identidad visual sólida, como afiches, catálogos, empaques o contenidos para redes sociales. Repetir un mismo módulo permite generar ritmo visual, facilitar la lectura y guiar la mirada del espectador de forma intencional. Además, esta técnica hace que el diseño sea más flexible y funcional, ya que los módulos pueden reorganizarse o adaptarse a distintos formatos sin perder consistencia. También es una forma eficiente de trabajar, porque permite reutilizar elementos ya diseñados, optimizando tiempo y recursos sin comprometer la calidad del resultado final

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