"Rojo y negro", una obra maestra de Stendhala, se consolida como una novela personalizada, que nos da un panorama ricamente detallado de la comunidad francesa que apareció después de la caída de Napoleón y restaurando la monarquía. Con la ayuda de su narrativa, el autor nos suministra a un mundo donde las normas de las convenciones sociales, la clase de jerarquía y el comportamiento dictan la vida de sus héroes. La novela explora a Julien Sorel, una profundidad de origen humilde, pero con grandes esperanzas, y a lo largo de su carrera, Stendhal nos muestra la ubicua clase social y el abolengo como las fuerzas que componen oportunidades y circunstancias interpersonales. En esta sociedad, el estado de una persona al nacer determina en gran medida su destino, lo que limita sus capacidades después del ascenso social y determina su posición en la jerarquía. Stendhal también explora el papel decisivo de la iglesia y la religión en el campo político y social. La influencia de los sacerdotes se expande con todos los aspectos de la vida, desde la educación y la moral hasta el poder político y la autoridad de justicia. Esta institución, con su enorme red de influencia, se presenta como un actor importante para mantener el orden social y la resurrección de las normas establecidas. Además, la novela refleja la compleja dinámica del poder que actúa en esta sociedad estratificada. El Stendhal describe las rígidas jerarquías que controlan las obligaciones entre los maestros y los sirvientes, los nobles y la burguesía, y cómo esta dinámica afecta la propagación de la riqueza, el acceso a las oportunidades y la autoridad. Usando estas representaciones, el autor nos llama a reflexionar sobre la naturaleza del poder y su impacto en la vida de las personas.