El principialismo se basa en cuatro principios fundamentales de la bioética
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Autonomía – Respeto por la capacidad del individuo para tomar decisiones informadas sobre su propia vida y atención médica.
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Beneficencia – Obligación de actuar en beneficio del paciente, promoviendo su bienestar.
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No maleficencia – Evitar causar daño intencionadamente.
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Justicia – Distribución equitativa de los recursos y trato justo para todos los pacientes.
La elección de cuál llama más la atención puede variar según la perspectiva personal o profesional. Por ejemplo:
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Si valoras el respeto a la libertad individual, la autonomía podría llamarte más la atención, especialmente en contextos donde los pacientes deben tomar decisiones difíciles sobre su tratamiento.
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Si te interesa la equidad social o el acceso igualitario a la salud, podrías sentirte más atraído por el principio de justicia.