Hoy en día, varios músicos ecuatorianos están uniendo lo ancestral con lo moderno, mezclando sonidos andinos como la zampoña y el charango con beats electrónicos. Esta fusión no solo crea una propuesta musical fresca, sino que también fortalece la identidad cultural, honra las raíces indígenas y mantiene viva la conexión con la tierra. Preservar estos sonidos es una forma de resistencia y de mantener vivo un legado que aún tiene mucho que decir.