Todo empezó en la nada. Del vacío aparecieron la Tierra (Gea) y el Cielo (Urano), padres de los primeros dioses: los Titanes. Pero Urano, temiendo que lo destronaran, encerró a sus hijos. Su hijo menor, Cronos, se rebeló, lo derrocó y se convirtió en el nuevo rey.
Cronos repitió la historia: devoró a sus propios hijos para evitar que lo superaran.