Soy del cantón Pallatanga, un hermoso rincón ubicado en la provincia de Chimborazo, un lugar que guarda en su paisaje la tranquilidad del campo y la calidez de su gente. Rodeado de montañas cubiertas de verde y atravesado por ríos que refrescan el ambiente, Pallatanga es un cantón donde la vida transcurre con calma, en contacto directo con la naturaleza. Sus calles, aunque sencillas, están llenas de historia, tradiciones y rostros conocidos que saludan con una sonrisa. Aquí, el canto de los gallos anuncia el amanecer, y el aroma del maíz cocinándose en las cocinas de leña nos recuerda el valor de nuestras raíces. La agricultura, la ganadería y el comercio local son actividades fundamentales que mantienen viva la economía y el espíritu de trabajo de su gente. Las fiestas populares, como las de San Juan, son momentos de unión y alegría, donde se baila, se comparte y se celebra la identidad cultural con orgullo. Vivir en Pallatanga es aprender a disfrutar de los detalles simples: un atardecer entre las montañas, una charla entre vecinos o una caminata por senderos naturales que nos conectan con lo más auténtico de la vida. Y aunque la vida me lleve lejos, siempre llevaré en el corazón el recuerdo de mi tierra, donde aprendí lo que significa el amor por la familia, la comunidad y la naturaleza.