Riobamba, mi ciudad de origen, es un lugar lleno de historia, cultura y paisajes impresionantes, ubicada en el corazón de los Andes ecuatorianos. Desde sus calles coloniales hasta sus modernos barrios, como la ciudadela Juan Montalvo donde vivo, se siente un ambiente acogedor y familiar. Esta ciudad combina la tranquilidad de la vida serrana con la vitalidad de una urbe en crecimiento. El clima es fresco y agradable, y en los días despejados se puede admirar el imponente volcán Chimborazo, que parece vigilar la ciudad desde las alturas. Las personas son amables, trabajadoras y orgullosas de sus tradiciones. En Riobamba se celebran fiestas llenas de música, danza y colores que reflejan la riqueza cultural de la región. Vivir aquí es disfrutar de una mezcla armoniosa entre naturaleza, historia y comunidad.