El tronco: representa el problema central que se desea estudiar, es decir, el punto clave que da sentido al análisis.
Las raíces: simbolizan las causas que originan dicho problema. Estas pueden ser inmediatas o más profundas, clasificándose en niveles según su grado de profundidad o relación causal.
Las hojas: reflejan las consecuencias derivadas del problema central, las cuales pueden manifestarse de forma directa o indirecta, y en el corto o largo plazo.