La exploración musculoesquelética constituye un pilar diagnóstico fundamental dentro de la fisioterapia, ya que permite identificar alteraciones estructurales y funcionales del aparato locomotor. Este proceso clínico sistemático se desarrolla a través de varias etapas: inspección visual, palpación, evaluación del rango articular, pruebas musculares y test funcionales específicos. Su objetivo es detectar limitaciones en el movimiento, dolor, debilidad muscular, deformidades y otros signos clínicos relevantes (Santonja Medina, 2022).
En este contexto, el uso de pruebas validadas como la escala de Daniels para la evaluación de la fuerza muscular proporciona un criterio objetivo para cuantificar déficits. Además, el razonamiento clínico se apoya en herramientas complementarias, como la ecografía musculoesquelética, que mejora la precisión en la detección de lesiones tendinosas, articulares o musculares (Santonja Medina, 2022).
La exploración también cumple un papel preventivo, al identificar desequilibrios biomecánicos que podrían derivar en lesiones futuras. Es crucial que esta valoración se adapte a las condiciones individuales del paciente, ya que factores como edad, nivel de actividad y antecedentes médicos pueden influir en la presentación clínica. La formación continua del fisioterapeuta es esencial para asegurar la calidad en la interpretación de los hallazgos (Santonja Medina, 2022).
Bibliografías
Santonja Medina, F. (2022). Manual de exploración musculoesquelética. Editorial Médica Panamericana.
https://www.medicapanamericana.com/international/libros/manual-de-exploracion-musculoesqueletica