Similitudes:

1. Comparten la misma dotación genética basal: Ambas células contienen el mismo genoma completo del organismo, aunque su expresión génica varía según la función celular. Esta dotación permite que, en teoría, cualquier célula pueda reprogramarse hacia otro tipo celular mediante técnicas de biología molecular.

2. Participan en la estabilidad genómica del organismo: Tanto las células somáticas como las germinales están equipadas con mecanismos de reparación del ADN para mantener la integridad del material genético, lo cual es crucial para evitar mutaciones perjudiciales.

Diferencias:

1. Plasticidad epigenética: Las células germinales experimentan un "reinicio epigenético" durante la gametogénesis, borrando y reprogramando marcas epigenéticas. Las células somáticas, en cambio, mantienen marcas epigenéticas específicas que definen su función y diferenciación, lo que limita su plasticidad.

2. Propagación evolutiva: Las células germinales transmiten mutaciones a la descendencia, influyendo en la evolución de la especie. Las mutaciones en células somáticas, aunque puedan causar enfermedades como el cáncer, no se heredan y por lo tanto no tienen impacto evolutivo directo.