Foro N°2 Unidad 1 (Foro Grupal)

Re: Foro N°2 Unidad 1 (Foro Grupal)

de CAJAMARCA TUAZA DANIELA TATIANA -
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"¿Educación con dignidad o dignidad con educación?"
Introducción
Este planteamiento nos invita a reflexionar sobre la interrelación entre ambos conceptos. La educación debe construirse desde la dignidad humana, ¿entonces una persona puede sentirse digna realmente si no ha tenido acceso a una educación que le permita conocer y valorarse a sí mismo? En esta ocasión demostraremos que tanto dignidad como educación son esenciales y se nutren entre sí.
Desarrollo
La educación es más que la transmisión de conocimiento su propósito va más allá de ese objetivo ya que debe generar en el alumno el poder de contribución hacia sociedad y para poder formar su pensamiento crítico hacia la realidad, enfrentada a demasiados retos que han sido necesarios para generar una respuesta beneficiosa en la sociedad, los educadores también tienen un importante papel que es generar en el alumno un pensamiento crítico donde reflejan la justicia y el respeto de sus derechos por ende su dignidad no es base fundamental para una educación sólida, cívica, y ética
La dignidad humana. La dignidad humana, en la tradición cristiana, se fundamenta en la fe de que todos los seres humanos son creados a imagen y semejanza de Dios (Gn 1,26-27). Esta dignidad es inherente y no depende de las capacidades, logros o el estatus social de la persona. Maritain (1943) explicaba la dignidad humana como un hecho absoluto y trascendental que debe ser reconocido y respetado en todas las circunstancias. La defensa de los derechos y de la dignidad de todas las personas, sea cual sea su condición física, social, económica o cultural, garantiza el desarrollo de una sociedad basada en los valores de justicia, equidad y libertad. Un objetivo que no solo debe orientar la acción de los poderes públicos, sino también el comportamiento de los grupos sociales y de los individuos.
“Para tratar a todas las personas de forma igualitaria, para proporcionar una genuina igualdad de oportunidades, la sociedad debe prestar más atención a los que tienen menos bienes naturales y a los que han nacido en posiciones menos favorables”. (J. Rawls. 1971. A theory of justice. Oxford: University Press. Pag. 17).
El reconocimiento de la dignidad intrínseca de cada estudiante y de cada agente educativo es vital para crear un ambiente educativo que promueva el crecimiento personal integral, que incluye el ámbito académico. Cuando los miembros de una comunidad educativa reconocen la dignidad de todos, fomentan un clima de respeto y confianza que es esencial para el aprendizaje de cada uno, en su propio ámbito y etapa de desarrollo educativo. El bienestar de los alumnos se construye principalmente a través de los otros, la transformación educativa no se puede llevar a cabo con reformas superficiales, si no con comprensión profunda del ser humano y un pensamiento emancipador que guíe nuestra práctica. Freire señala que "educar es un acto político que el maestro debe caminar con firmeza hacia la liberación" y la construcción de una sociedad más justa.
En la filosofía contemporánea, autores como Martha Nussbaum y Amartya Sen han planteado la importancia de la dignidad humana en el desarrollo personal y social. Nussbaum (2000) propone un enfoque basado en las capacidades, argumentando que el respeto a la dignidad humana implica proporcionar a cada individuo las condiciones necesarias para desarrollar plenamente sus capacidades. Sen (1999), por su parte, propone la libertad como un componente esencial de la dignidad humana, sugiriendo que las oportunidades de elegir y llevar una vida digna son cruciales para el desarrollo humano.
Paulo Freire (1970), en su obra Pedagogía del oprimido, argumenta que el reconocimiento de la dignidad del estudiante es un acto de amor y de compromiso con la justicia social. Freire sostiene que la educación debe ser un proceso de conciencia que permita a los estudiantes tomar conciencia de su propio valor y potencial. Un modelo educativo autoritario o demasiado directivo, se presta a ignorar la individualidad y la dignidad de los estudiantes que a menudo resulta en un aprendizaje superficial y una falta de compromiso genuino con el conocimiento y el desarrollo integral de cada persona.
Conclusión
En conclusión, la dignidad humana es un principio fundamental que debe guiar todos los aspectos del proceso educativo. Reconocer y respetar la dignidad intrínseca de cada estudiante y agente educativo no solo es un imperativo ético, sino que también es esencial para crear un ambiente de aprendizaje favorecedor y efectivo. A través de prácticas pedagógicas personalizadas, los educadores pueden promover el desarrollo integral de sus estudiantes, ayudándoles a alcanzar su máximo potencial y convertirse en ciudadanos comprometidos y responsables.
La implementación de estos principios en el aula requiere un compromiso continuo y una reflexión crítica por parte de la sociedad. Sin embargo, los beneficios de reconocer la dignidad humana en la educación son invaluables, tanto para los estudiantes como para la sociedad en su conjunto. Al valorar a cada individuo, los educadores cumplen su misión de enseñar y contribuyen a la construcción de una sociedad más justa y digna.
Referencias:
Educación Abierta. (s. f.). Educar en la dignidad de las personas. Recuperado de (https://educacionabierta.org/educar-en-la-dignidad-de-las-personas/) (Fecha de acceso: 10 de mayo 2025)
Recuperado de:
https://cronica.com.ec/2025/02/07/la-educacion-clave-para-la-dignidad-y-el-desarrollo-humano/
Fecha de acceso: 10 de mayo 2025
https://monsjuanarmando.substack.com/p/la-dignidad-humana-en-la-educacion
https://te-feccoo.es/2016/12/13/educacion-derechos-humanos-y-dignidad/
Grupo 1
Integrantes: Arellano, Cajamarca, Evas, Morocho, Ramos