¿Educación con dignidad o dignidad con educación?
Introducción
La educación siempre ha sido una parte fundamental en nuestras vidas como un recurso para superarse personalmente o a nivel grupal, además la educación ha estado desde hace tiempo al servicio de la dignidad, esto nos lleva a una pregunta interesante: ¿Es la educación el medio para alcanzar la dignidad, o es la dignidad el camino para la educación? Esta pregunta nos lleva a analizar el contenido educativo y las diferentes circunstancias económicas, sociales y culturales. Pues, como advierten Naranjo, Guamán, Silva y Montero (2025), “la escuela, lejos de ser una institución neutra, desempeña un papel central en la producción, reproducción o transformación de las desigualdades sociales, especialmente en contextos marcados por la vulnerabilidad estructural.” (p. 13). Una educación es digna cuando no solo se transmite conocimientos, sino que también cuando se coloca al estudiante como una persona de derechos, un constructor de sentido, de identidad, de ciudadanía y sobre todo a una persona activa que está en proceso de aprendizaje. Un problema como este no está buscando solución, sino que invita a reflexionar sobre cómo las estructuras académicas no solo deben formar competencias, sino que deben formar personas con un análisis crítico, conscientes y respetuosos.
Desarrollo
Desde la perspectiva centrada del ser humano, en el proceso educativo con una responsabilidad social en la educación que se orienta al desarrollo intelectual y sostenible reflejan la esencia misma de la educación. Dicho esto la educación es lo que ayuda a socializar el humano y a implementar valores y el conocimiento. Tal como se alinea las ideas de Esther Ruiz Simon en su artículo Educación para el desarrollo sostenible y responsabilidad social educativa. Publicado (2024) en la revista Cuestiones Pedagógicas. En el artículo de Ruiz Simon se destaca “la persona se sitúa en el centro como actor principal”. Ruiz Simon.Cuestiones Pedagógicas.(2024). Este es el ejemplo sobre el que se articulan tanto las acciones de la enseñanza y de las educaciones didácticas para el aprendizaje, asumiendo y derivando todas las acciones del proceso educativo y cómo se implementan.
La educación rompe los esquemas tradicionales que inmortalizan las injusticias estructurales. Naranjo, Guamán, Silva y Montero (2025) sostienen que la escuela no es una institución neutral, sino que juega un rol central en la reproducción o transformación de las desigualdades sociales, sobre todo en escenarios de vulnerabilidad estructural (p. 13). Esto nos lleva a pensar que solo la educación inclusiva, la educación crítica y la educación contextual puede ser digna.
La dignidad educativa se trata de reconocer a los estudiantes no solo como unos receptores de información, sino como unas personas críticas, analíticas y creadores de sentidos. Según Martha Nussbaum (2010), una educación para la dignidad debe fomentar capacidades humanas fundamentales como el pensamiento crítico, la empatía y la participación democrática. De lo contrario, las instituciones educativas corren el riesgo de formar personas técnicamente competentes, pero moralmente indiferentes.
Una educación digna no solo se trata de enseñar a pensar, sino que se trata de convivir entre todos y sobre todo de transformar el entorno de una manera justa. La educación como la dignidad se enlazan en un mutuo proceso, si no existe educación no hay dignidad, ni dignidad sin educación que la cause.
La educación rompe los esquemas tradicionales que inmortalizan las injusticias estructurales. Naranjo, Guamán, Silva y Montero (2025) sostienen que la escuela no es una institución neutral, sino que juega un rol central en la reproducción o transformación de las desigualdades sociales, sobre todo en escenarios de vulnerabilidad estructural (p. 13). Esto nos lleva a pensar que solo la educación inclusiva, la educación crítica y la educación contextual puede ser digna.
La dignidad educativa se trata de reconocer a los estudiantes no solo como unos receptores de información, sino como unas personas críticas, analíticas y creadores de sentidos. Según Martha Nussbaum (2010), una educación para la dignidad debe fomentar capacidades humanas fundamentales como el pensamiento crítico, la empatía y la participación democrática. De lo contrario, las instituciones educativas corren el riesgo de formar personas técnicamente competentes, pero moralmente indiferentes.
Una educación digna no solo se trata de enseñar a pensar, sino que se trata de convivir entre todos y sobre todo de transformar el entorno de una manera justa. La educación como la dignidad se enlazan en un mutuo proceso, si no existe educación no hay dignidad, ni dignidad sin educación que la cause.
Conclusión
En conclusión, la relación que existe entre educación y dignidad es mutua e intensamente transformadora ya que no se trata de precisar cuál es el medio y cual es el fin, sino que se trata de las dos se sostienen mutuamente en un proceso de buscar la formación integral de las personas. Una educación digna no sólo transmite conocimiento sí que construye a una persona capaz de fomentar un pensamiento crítico y sobre todo reconoce al estudiante como un sujeto con derechos y capaz de crear cambios positivos. Tener una buena educación se trata de resistir a las injusticias y sembrar la equidad. Así, la dignidad no es un objeto de la educación, sino que es una parte fundamental ya que empodera a la persona y ayuda a tener una transformación social verdadera.
Referencias:
Naranjo, E. S. B., Guamán, J. A. V., Silva, D. A. R., & Montero, D. A. M. (2025). La Escuela como Espacio de Justicia Social: Educación en Contextos Vulnerables. Conexión Científica Revista Internacional, 2(3), 1-15.
Ruiz Simón, E. (2024). Educación para el desarrollo sostenible y Responsabilidad Social Educativa. Una mirada histórica desde la persona
Ruiz Simón, E. (2024). Educación para el desarrollo sostenible y Responsabilidad Social Educativa. Una mirada histórica desde la persona. Cuestiones Pedagógicas. Revista De Ciencias De La Educación, 1(33), 69–82.
Naranjo, C., Guamán, M., Silva, J., & Montero, P. (2025). Educación y desigualdad en contextos vulnerables. Editorial Académica. Recuperado de: https://sapiensdiscoveries.com/index.php/CCIJ/article/view/66
Nussbaum, M. (2010). Sin fines de lucro: Por qué la democracia necesita de las humanidades. Katz Editores. Recuperado de: https://etica.uazuay.edu.ec/sites/etica.uazuay.edu.ec/files/public/2021-09/Nussbaum%20-%20Sin%20fines%20de%20lucro.pdf
Referencias:
Naranjo, E. S. B., Guamán, J. A. V., Silva, D. A. R., & Montero, D. A. M. (2025). La Escuela como Espacio de Justicia Social: Educación en Contextos Vulnerables. Conexión Científica Revista Internacional, 2(3), 1-15.
Ruiz Simón, E. (2024). Educación para el desarrollo sostenible y Responsabilidad Social Educativa. Una mirada histórica desde la persona
Ruiz Simón, E. (2024). Educación para el desarrollo sostenible y Responsabilidad Social Educativa. Una mirada histórica desde la persona. Cuestiones Pedagógicas. Revista De Ciencias De La Educación, 1(33), 69–82.
Naranjo, C., Guamán, M., Silva, J., & Montero, P. (2025). Educación y desigualdad en contextos vulnerables. Editorial Académica. Recuperado de: https://sapiensdiscoveries.com/index.php/CCIJ/article/view/66
Nussbaum, M. (2010). Sin fines de lucro: Por qué la democracia necesita de las humanidades. Katz Editores. Recuperado de: https://etica.uazuay.edu.ec/sites/etica.uazuay.edu.ec/files/public/2021-09/Nussbaum%20-%20Sin%20fines%20de%20lucro.pdf
Grupo : 3
Integrantes:
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