La intervención fisioterapéutica es un proceso clínico planificado y personalizado que busca mejorar la funcionalidad, reducir el dolor y prevenir complicaciones físicas en personas con alteraciones del movimiento o del sistema musculoesquelético, neurológico, respiratorio o cardiovascular.
Esta intervención se basa en una valoración inicial exhaustiva, que permite establecer un diagnóstico fisioterapéutico y diseñar un plan de tratamiento con objetivos claros, medibles y adaptados a cada paciente.
Las estrategias pueden incluir ejercicio terapéutico, terapia manual, agentes físicos (como calor, frío o electroterapia), reeducación postural y técnicas respiratorias, entre otras.
Además, la fisioterapia promueve la educación del paciente para fomentar la autonomía, el autocuidado y la adherencia al tratamiento. La intervención puede ser preventiva, curativa o paliativa, dependiendo de la etapa de la condición.
Se aplica en todos los niveles de atención en salud y en múltiples contextos: hospitales, domicilios, centros deportivos y comunitarios.
El seguimiento continuo y la revaloración periódica permiten ajustar el tratamiento según la evolución del paciente, garantizando una atención centrada en la persona, eficaz y basada en evidencia científica.
American Physical Therapy Association (APTA). (2020). Guide to Physical Therapist Practice 3.0.
https://www.apta.org/guide