La reunión entre el presidente Daniel Noboa y su homólogo israelí, Isaac Herzog, representa una apuesta estratégica por fortalecer la cooperación internacional, especialmente en áreas clave como tecnología y defensa. Si bien la búsqueda de alianzas para mejorar la seguridad y el desarrollo del Ecuador es necesaria, también se debe ejercer una mirada crítica sobre las implicaciones de estos acuerdos. Israel es una potencia tecnológica y militar, pero también ha sido objeto de controversias internacionales por su política exterior y su manejo del conflicto con Palestina. Esto plantea interrogantes sobre la alineación geopolítica de Ecuador y las consecuencias éticas de sus alianzas. La intención de Noboa de promover un Ecuador libre de terrorismo es loable, pero no debe confundirse con adoptar modelos foráneos sin considerar las particularidades sociales, económicas y culturales del país. Además, priorizar la defensa y la seguridad debe ir de la mano con políticas que atiendan la desigualdad, la educación y la salud, pilares fundamentales para un desarrollo sostenible. En suma, la visita muestra una voluntad de apertura internacional, pero exige transparencia, análisis crítico y diálogo ciudadano sobre los términos y alcances de esta cooperación.