El diagnóstico fisioterapéutico tiene como objetivo principal identificar las disfunciones físicas que afectan la capacidad funcional de un paciente, permitiendo establecer un plan de tratamiento adecuado. Los objetivos específicos incluyen:
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Identificación de disfunciones funcionales: Evaluar las alteraciones en el movimiento, fuerza y postura que limitan las actividades diarias del paciente.
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Evaluación de la gravedad y el alcance de la condición: Es esencial determinar el grado de afectación del paciente para priorizar las áreas que requieren tratamiento inmediato. Esto incluye medir la amplitud de movimiento, la fuerza, la estabilidad y otros parámetros clave que reflejan el estado funcional.
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Determinación de causas subyacentes: Identificar los factores que provocan las disfunciones, como desequilibrios musculares o problemas posturales.
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Establecimiento de objetivos terapéuticos: Definir metas claras para restaurar la movilidad, reducir el dolor o mejorar la función en actividades específicas.
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Guía para la intervención: Desarrollar un plan de tratamiento personalizado basado en el diagnóstico, que incluye ejercicios, terapia manual, etc.
- Evaluación continua del progreso: A lo largo del tratamiento, el diagnóstico fisioterapéutico se ajusta según la respuesta del paciente, permitiendo hacer modificaciones al plan de intervención conforme se logran avances o se presentan nuevos desafíos.
Bibliografía
- Kisner, C., & Colby, L. A. (2017). Therapeutic exercise: Foundations and techniques (7ª ed.). F.A. Davis Company.
- O'Neal, P. (2016). Fisioterapia en ortopedia: Evaluación y tratamiento (2ª ed.). Elsevier España.