La exploración musculoesquelética es un proceso fundamental en la fisioterapia que permite al profesional evaluar el estado funcional del sistema musculoesquelético, identificando alteraciones en los músculos, huesos, ligamentos, tendones y articulaciones. Esta exploración se realiza de manera sistemática y detallada, con el fin de obtener información sobre la movilidad, la fuerza, el dolor y las limitaciones funcionales del paciente. La exploración musculoesquelética se lleva a cabo mediante una serie de pasos y pruebas específicas que permiten al fisioterapeuta identificar lesiones o disfunciones, establecer un diagnóstico fisioterapéutico y guiar el plan de tratamiento.
El objetivo principal de la exploración musculoesquelética es identificar las disfunciones y limitaciones que afectan la capacidad de movimiento y la funcionalidad del paciente, con el fin de establecer un diagnóstico fisioterapéutico preciso y desarrollar un plan de tratamiento personalizado. Esta exploración también ayuda a monitorear la evolución del paciente a lo largo del proceso de rehabilitación.
Una correcta exploración del sistema musculoesquelético cuenta con los siguientes pasos: Primero inspección, en esta fase, el fisioterapeuta observa el aspecto general del paciente, buscando signos visibles de deformidades, inflamación, atrofia muscular, asimetrías posturales o cualquier anomalía en la piel, como hematomas o eritemas. También se evalúa el patrón de marcha y la postura general del paciente, por consiguiente palpación, mediante el tacto, el fisioterapeuta examina la temperatura, el tono muscular, la sensibilidad y posibles deformidades o puntos de dolor en las articulaciones y músculos. La palpación ayuda a identificar inflamaciones, contracturas, espasmos musculares o lesiones en ligamentos y tendones. El tercer punto es la evaluación del rango articular, se mide la amplitud de movimiento de las articulaciones mediante la goniometría, lo que permite identificar limitaciones en la movilidad, rigidez articular o dolor asociado al movimiento. Pruebas de fuerza muscular, se evalúa la fuerza de los músculos mediante tests específicos, como el test de Daniels o la escala de fuerza muscular de Oxford. Esto permite valorar la capacidad muscular y detectar debilidad o falta de coordinación. Pruebas de estabilidad articular y ligamentos, se realizan maniobras como el test de Lachman para la rodilla o el test de varo/valgo para detectar posibles inestabilidades en las articulaciones. Estas pruebas ayudan a identificar esguinces, desgarros o laxitud articular. Pruebas funcionales adicionales, se incluyen pruebas que evalúan cómo el paciente realiza actividades funcionales, como el test de equilibrio de Berg, el test de marcha de 6 minutos o el Timed Up and Go (TUG), que proporcionan información sobre el impacto de las disfunciones musculoesqueléticas en las actividades cotidianas.
BIBLIOGRAFÍADavis, J., Moder, K., & Hunder, G. (2020). History and Physical Examination of the Musculoskeletal System. Kelley and Firestein’s Textbook of Rheumatology (Tenth Edition), 1.