El poema rebosa vitalidad, pero como en toda la vitalidad de Byron, es una respuesta a una visión intensamente pesimista de la vida y del mundo. El estilo burlón y desenfadado del poema muestra una especie de caballerosidad frente a la desesperación, y esa caballerosidad es impresionante. Ese realismo, sin embargo, es galante y no desesperanzador, o al menos no solo desesperanzado. Los versos más famosos del poema son probablemente lo más cercano a una moraleja: «Bebamos vino y mujeres, música y risas, / sermones y agua con gas al día siguiente. Las expectativas cómicas que el poema ha establecido y cumplido hasta el momento contrastan con una extraordinaria sensación de la duración y la crudeza de la tormenta, los restos del naufragio y las privaciones en el bote salvavidas abandonado que causa; seguimos esperando alivio, tanto narrativo como cómico, y en cambio, las cosas van de mal en peor. A razón de esto y más podemos decir con seguridad:
Don Juan escandalizó a la sociedad inglesa del siglo XIX al presentar una versión irónica y sexualmente ambigua del personaje clásico. En lugar del seductor típico, Byron lo convierte en un seducido ingenuo, lo que subvierte los roles tradicionales de género y moral:
-Se burla de la hipocresía sexual de la alta sociedad.
-Critica abiertamente la doble moral y el puritanismo inglés.
-Fue censurado y considerado inmoral, lo que lo convirtió en un símbolo de rebeldía artística.
Por ello aseguramos que Lord Byron transformó el mito de Don Juan de un libertino activo en un personaje pasivo y víctima de las circunstancias,
Don Juan escandalizó a la sociedad inglesa del siglo XIX al presentar una versión irónica y sexualmente ambigua del personaje clásico. En lugar del seductor típico, Byron lo convierte en un seducido ingenuo, lo que subvierte los roles tradicionales de género y moral:
-Se burla de la hipocresía sexual de la alta sociedad.
-Critica abiertamente la doble moral y el puritanismo inglés.
-Fue censurado y considerado inmoral, lo que lo convirtió en un símbolo de rebeldía artística.
Por ello aseguramos que Lord Byron transformó el mito de Don Juan de un libertino activo en un personaje pasivo y víctima de las circunstancias,