Al haber dado lectura a esta obra de Lord Byron en el colegio y ahora en la carrera, puedo comentar con mayor profundidad que Don Juan posee un valor literario, social y cultural que trasciende su época. Literariamente, Byron rompe con la épica tradicional al construir una sátira en octavas reales, en la que un narrador irónico y auto reflexivo dinamita las convenciones del género con lenguaje coloquial y humor agudo. Desde lo social, la obra revela las contradicciones de la moral al presentar un protagonista pasivo que cuestiona las nociones establecidas sobre el género, la sexualidad y el poder, desnudando así la hipocresía de la sociedad de su tiempo. Culturalmente, Don Juan expresa el espíritu más rebelde del Romanticismo: exalta la libertad individual, desafía la autoridad moral y reescribe mitos desde una perspectiva crítica. En suma, esta relectura permite comprender que Byron no solo escribió una gran obra, sino un texto que sigue dialogando con las tensiones modernas de la literatura y la sociedad.