Creo que Mary Shelley escribió Frankenstein como una forma de sacar todo lo que estaba sintiendo. Ella pasó por muchas cosas difíciles: perdió hijos, sufrió la muerte de su madre, y vivió rodeada de presión y dolor. En cierto modo, tal vez ella se sentía como el “monstruo”, rechazada, incomprendida, sola. Usó esta historia para reflejar cómo la sociedad juzga sin conocer, cómo el abandono duele y cómo uno también puede llegar a perder el control cuando lo único que quiere es ser aceptado. Más que una historia de terror, es como si Shelley nos estuviera gritando lo que llevaba dentro.