Creo que Mary Shelley escribió Frankenstein no solo por imaginación, sino por una herida personal; como hemos visto en la materia que muchas veces los autores se reflejan a sí mismos en sus obras. Pienso que quiso hablar del dolor de ser rechazado por quienes más deberían cuidarte, y del miedo que da crear algo que no puedes controlar. Su criatura no es un monstruo, es un reflejo de lo que pasa cuando el amor falta y la soledad crece. Más que advertirnos sobre la ciencia, puedo reflexionar que nos está contando lo frágil que es el corazón humano cuando nadie lo escucha. Y tal vez, sin decirlo, nos pidió que dejemos de tenerle miedo a lo diferente, y empecemos a sentir más compasión por los demás.