Porque permite desarrollar una identidad personal, registrar, y reconocer las experiencias vividas, favorece la comprensión de uno mismo y la construcción de una narrativa coherente sobre la vida. Por otro lado, es muy importante en el proceso de socialización ya que, mediante nuestra memoria, es posible reconocer a las demás personas, recordar las interacciones con ellas y establecer vínculos, lo cual es indispensable para formar parte de una sociedad.