Desde mi percepción como estudiante de Contabilidad y Auditoría, considero que el análisis financiero empresarial es fundamental porque permite conocer en profundidad la situación económica real de una empresa. A través de este proceso, se pueden identificar fortalezas y debilidades en aspectos como la liquidez, solvencia, rentabilidad y endeudamiento, lo cual resulta vital para tomar decisiones informadas y estratégicas (Nava, 2009). Además, en un entorno económico tan cambiante, el análisis financiero brinda herramientas para proyectar escenarios futuros, prevenir riesgos y aprovechar oportunidades.
Entre las herramientas más relevantes que se pueden aplicar están los ratios financieros, el análisis horizontal y vertical, y los estados financieros comparativos. Estas herramientas no solo facilitan la interpretación de los datos, sino que permiten evaluar el desempeño en distintos periodos y con respecto al sector económico. Por ejemplo, los índices de rentabilidad permiten saber si una empresa está generando valor con sus inversiones, mientras que los índices de liquidez muestran la capacidad para enfrentar obligaciones a corto plazo (Ross, Westerfield & Jordan, 2014).