La transparencia en la contratación pública es fundamental porque garantiza que los recursos públicos se usen de manera honesta, eficiente y en beneficio de toda la sociedad. Personalmente, creo que cuando un proceso es transparente, se fortalece la confianza en las instituciones, se combate la corrupción y se asegura que cualquier empresa o ciudadano tenga igualdad de oportunidades para participar. Además, la transparencia permite una mayor rendición de cuentas, ya que cada decisión queda justificada y visible para todos. Para mí, sin transparencia, la contratación pública pierde su verdadero propósito: servir al interés común y el interés en cualquier empresa.