Fecha: 27 de abril de 2025
Hijo del excontralor Carlos Pólit en pocos días conocerá sentencia en Estados Unidos por haber formado parte del esquema de sobornos que manejó su padre.
La noticia de que Jhon Pólit, hijo del excontralor Carlos Pólit, conocerá su sentencia en Estados Unidos por el delito de conspiración para lavado de activos, nos invita a reflexionar sobre cómo la corrupción trasciende generaciones y sigue teniendo efectos devastadores en la confianza pública y en la imagen de nuestro país.
El hecho de que Jhon Pólit haya aceptado su culpabilidad en el esquema de lavado de dinero proveniente de sobornos, manejado inicialmente por su padre, revela cómo las redes de corrupción no solo se limitan a funcionarios públicos, sino que también involucran a sus círculos familiares más cercanos. Es alarmante constatar cómo los recursos públicos, que deberían haber sido destinados al bienestar ciudadano, terminaron financiando lujos personales en el extranjero.
Este caso también pone en evidencia la necesidad de fortalecer los sistemas de control y fiscalización en Ecuador, para impedir que actos de corrupción como los de Carlos y Jhon Pólit vuelvan a repetirse. No basta con sancionar a los culpables una vez que el daño ya está hecho; es indispensable prevenir, educar y construir una cultura de integridad y transparencia desde la base.
Asimismo, este hecho refuerza la importancia de exigir rendición de cuentas a todos los funcionarios públicos y sus entornos. El poder no debe ser una herramienta para el beneficio personal ni para construir dinastías de impunidad. El servicio público implica responsabilidad, ética y compromiso real con el bien común.
El caso de Jhon Pólit debe ser una llamada de atención para todos: solo con justicia firme, educación ética y ciudadanía activa podremos construir un Ecuador verdaderamente libre de corrupción.