Los movimientos de resistencia en Latinoamérica han sido fundamentales para impulsar el cambio social, actuando como motores de acción colectiva y participación ciudadana. A lo largo de las últimas décadas, estos movimientos han jugado un papel crucial en la visibilización de diversas demandas sociales y políticas, lo que ha llevado a una mayor inclusión y reconocimiento de derechos fundamentales. La comunicación, en este contexto, es esencial, ya que permite la difusión de mensajes que articulan las necesidades y aspiraciones de las comunidades.
Segun (Nueva Sociedad. 2020). A través de estrategias de comunicación efectivas, estos movimientos han creado redes de solidaridad que fortalecen la identidad colectiva y la capacidad organizativa. Además, han logrado desafiar estructuras de poder establecidas, generando rupturas en los sistemas políticos y promoviendo nuevas formas de ciudadanía que cuestionan la exclusión sociocultural y económica. En este sentido, la comunicación para el cambio social se convierte en una herramienta clave para movilizar a las personas y fomentar un diálogo inclusivo que contribuya a la construcción de sociedades más justas y equitativas.
Referencia Bibliográfica
Nueva Sociedad. (2020). América Latina y los movimientos sociales: el presente de la "rebelión del coro". Nueva Sociedad, 227, 1-12.