Los movimientos de resistencia en Latinoamérica han sido fundamentales para impulsar el cambio social, defendiendo los derechos de comunidades marginadas, como los indígenas, campesinos y mujeres. En países como Perú, El Salvador y Uruguay, han enfrentado proyectos extractivistas que amenazan el medio ambiente. Según Murga Frassinetti(2006-2010), Además, en épocas de crisis y polarización, han promovido valores democráticos y construidos marcos socioculturales más inclusivos. La globalización y las nuevas tecnologías han permitido coordinar esfuerzos transnacionales, fortaleciendo sus estrategias políticas y ampliando su impacto.
Referencias bibliográficas
Murga Frassinetti, Antonio. "Los movimientos sociales en América Latina (1980-2000): una revisión bibliográfica." Polis. Investigación y Análisis Sociopolítico y Psicosocial, vol. 2, núm. 2, 2006, págs. 163-196.