El metabolismo de los carbohidratos es esencial para el funcionamiento energético del cuerpo humano. A través de diversas pruebas de laboratorio es posible evaluar cómo el organismo procesa la glucosa, permitiendo así la detección de enfermedades metabólicas como la diabetes mellitus, hipoglucemia y alteraciones del metabolismo hepático.
Entre las pruebas más utilizadas se encuentra la glucosa en ayunas, que mide los niveles de glucosa en sangre después de un ayuno de al menos 8 horas. Otra prueba clave es la prueba de tolerancia a la glucosa oral (PTGO), donde el paciente ingiere una solución de glucosa y se monitorean los niveles en intervalos regulares para detectar intolerancia a la glucosa o diabetes.
También se usa la hemoglobina glicosilada (HbA1c), que refleja el promedio de glucosa en sangre durante los últimos 2-3 meses, siendo muy útil para el seguimiento de pacientes diabéticos. Otras pruebas incluyen la medición de insulina y péptido C, útiles para diferenciar entre distintos tipos de diabetes o evaluar la función pancreática.
Para la correcta ejecución de estas pruebas, el paciente debe cumplir ciertas condiciones: principalmente, ayuno absoluto de 8 a 12 horas, evitar actividad física intensa antes del examen y notificar el uso de medicamentos que puedan alterar los resultados. En el caso de la PTGO, también es importante mantener una dieta rica en carbohidratos los días previos.
Estas pruebas permiten al personal médico obtener un perfil metabólico claro y tomar decisiones terapéuticas adecuadas para cada paciente.
BIBLIOGRAFÍA:
Murray, R. K., et al. (2018). Bioquímica de Harper. McGraw-Hill Education.
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ADA. (2023). Standards of Medical Care in Diabetes. American Diabetes Association.