Con base en el texto presentado, estoy completamente de acuerdo con el criterio expuesto. El entorno en el que un niño crece influye profundamente en su manera de ver el mundo, de jugar, de interactuar y de soñar. Es evidente que las condiciones sociales, económicas y culturales modelan no solo los intereses inmediatos de los niños, sino también sus aspiraciones a largo plazo. Por ejemplo, los niños del campo, alejados de la tecnología, desarrollan una conexión más cercana con la naturaleza, mientras que los niños de la ciudad están inmersos en lo digital, lo que transforma su manera de comunicarse y de imaginar el mundo.
Del mismo modo, la comparación entre los niños españoles y ugandeses muestra una desigualdad evidente en cuanto a las condiciones de vida. Mientras unos desean objetos tecnológicos, otros anhelan necesidades básicas como una cama o comida. Esto nos hace reflexionar sobre la importancia de educar desde la empatía y la solidaridad.
Del mismo modo, la comparación entre los niños españoles y ugandeses muestra una desigualdad evidente en cuanto a las condiciones de vida. Mientras unos desean objetos tecnológicos, otros anhelan necesidades básicas como una cama o comida. Esto nos hace reflexionar sobre la importancia de educar desde la empatía y la solidaridad.