El balance hídrico, ¿qué es y en qué afecta?
El balance hídrico o balance de equilibrio de líquidos es un concepto médico referente a la hidratación. Esencialmente, sirve para indicar la relación concreta entre la ingesta y la pérdida de líquidos por parte de un ser humano.
Se parte de la idea de que todo ser humano debe mantenerse hidratado. El 60% del cuerpo de un adulto saludable es pura agua. No es de extrañar, por tanto, que este punto sea tan relevante. Ahora bien, la actividad fisiológica diaria normal conlleva la pérdida de líquidos. Desde la orina al sudor, continuamente el cuerpo pierde agua de su interior. La única manera de mantener un correcto estado de salud es reponiendo el líquido perdido. (enfermeria, 2022)
Diagnosticar el equilibrio hídrico en un paciente
La evaluación del equilibrio hídrico en un paciente se basa en el análisis del balance entre la ingesta y la eliminación de líquidos en el organismo. Este proceso permite identificar posibles alteraciones como deshidratación o sobrecarga de líquidos, fundamentales en el manejo clínico. (Peña, 2010)
Métodos de evaluación:
- Registro del ingreso de líquidos:
- Vía oral (agua, jugos, alimentación líquida).
- Administración intravenosa (soluciones, medicamentos).
- Nutrición parenteral o enteral.
- Producción de orina (diuresis).
- Pérdidas insensibles (sudor, respiración).
- Eliminaciones por vómito, heces, drenajes o aspiraciones.
- Observación de signos de deshidratación (sequedad de piel, mucosas, hipotensión) o sobrecarga hídrica (edema, hipertensión).
- Peso corporal diario, ya que variaciones pueden indicar retención o pérdida de líquidos.
- Análisis de electrolitos plasmáticos (sodio, potasio, cloro).
- Presión arterial y frecuencia cardíaca.
- Se suman los ingresos y egresos en un período de 24 horas.
- Un balance positivo indica retención de líquidos.
- Un balance negativo sugiere déficit hídrico
Conclusión
El equilibrio hídrico es esencial para la homeostasis del organismo, ya que influye en la función celular, la circulación sanguínea y la regulación de la temperatura. Evaluarlo requiere un control preciso de la ingesta y eliminación de líquidos, incluyendo pérdidas insensibles. La observación de signos clínicos, como sequedad de piel o edema, complementa este análisis. Además, la medición de electrolitos plasmáticos ayuda a prevenir desequilibrios que pueden generar complicaciones metabólicas. Un ajuste adecuado del aporte hídrico según las necesidades del paciente es crucial para evitar deshidratación o sobrecarga.
Referencias
enfermeria, A. d. (13 de 07 de 2022). Obtenido de El balance hídrico, ¿qué es y en qué afecta?: https://eoc.cat/balance-hidrico/
Peña, A. (26 de Mayo de 2010). Obtenido de Balance de equilibrios liquidos: https://www.sspa.juntadeandalucia.es/servicioandaluzdesalud/hrs3/fileadmin/user_upload/area_enfermeria/enfermeria/procedimientos/procedimientos_2012/c3_balance_equili_liquidos.pdf