El equilibrio hídrico es el estado en el cual la cantidad de agua que ingresa al organismo es equivalente a la cantidad que se elimina. Este proceso es esencial para mantener la homeostasis corporal, ya que el agua cumple funciones fisiológicas críticas como el transporte de nutrientes, la regulación de la temperatura y la eliminación de productos de desecho metabólico (Guyton & Hall, 2021). Para obtener el equilibrio hídrico, es necesario un consumo adecuado de líquidos y alimentos con alto contenido de agua, así como una correcta regulación de las pérdidas de líquidos a través del sudor, la orina, las heces y la respiración. La regulación hormonal juega un papel central; particularmente, la hormona antidiurética (ADH) y el sistema renina-angiotensina-aldosterona actúan para conservar agua en condiciones de déficit, ayudando así a mantener un volumen corporal adecuado (Hall, 2020). Para conservar el equilibrio hídrico se debe ingerir agua potable de manera regular y suficiente, además de consumir alimentos ricos en agua como frutas (por ejemplo, sandía y naranja) y verduras (como el pepino y la lechuga). En situaciones de alta pérdida de líquidos, como en el ejercicio intenso o la diarrea, es recomendable la ingesta de soluciones electrolíticas. Asimismo, se debe moderar el consumo de bebidas diuréticas como el café y el alcohol, ya que aumentan la pérdida de agua corporal (Mahan & Raymond, 2017). La falta de equilibrio hídrico puede tener consecuencias graves para la salud. La deshidratación provoca signos como sequedad de mucosas, disminución de la presión arterial y alteraciones neurológicas, mientras que la sobrehidratación puede conducir a hiponatremia, edema cerebral y disfunción de órganos. Ambas condiciones representan riesgos potencialmente mortales si no se tratan de forma oportuna y adecuada (Porth, 2014).
REFERENCIAS
Guyton, A. C., & Hall, J. E. (2021). Tratado de fisiología médica (14.ª ed.).
Mahan, L. K., & Raymond, J. L. (2017). Krause. Dietoterapia (14.ª ed.).
Porth, C. M. (2014). Fisiopatología: Conceptos de alteración de la salud (9.ª ed.). Wolters Kluwer.