La valoración fisioterapéutica es un proceso crítico en la atención al paciente, y se basa en la Clasificación Internacional de la Funcionalidad (CIF). A continuación se resumen los tipos de valoración fisioterapéutica más destacados:
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Valoración de Estructuras y Funciones Corporales: Se refiere a la evaluación de la anatomía y fisiología del cuerpo, identificando alteraciones que pueden afectar la salud del paciente.
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Valoración de Actividades: Evalúa la capacidad del paciente para realizar actividades cotidianas. Se centra en su funcionalidad y cómo las limitaciones pueden impactar su vida diaria.
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Valoración de la Participación: Examina la implicación del paciente en situaciones sociales y comunitarias, así como su inclusión en diversas actividades, reflejando su bienestar general y calidad de vida.
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Métodos de Valoración: Incluyen técnicas como la observación, la palpación, y el uso de cuestionarios estructurados para obtener información precisa sobre el estado del paciente.
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Valoración Clínica y Epidemiológica: Se puede utilizar en la investigación clínica para agrupar historias clínicas y estudiar patrones epidemiológicos en determinada población.
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Evaluación Jurídico-Legal: Documentar todo el proceso asistencial del paciente es relevante para cuestiones legales y garantiza la transparencia y responsabilidad en el tratamiento realizado.
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Controles de Calidad Asistencial: Ayuda a cuantificar y evaluar si se están alcanzando los objetivos establecidos en la atención fisioterapéutica, contribuyendo a la mejora continua.
Estos métodos de valoración permiten a los fisioterapeutas establecer un diagnóstico, planificar intervenciones y evaluar la efectividad del tratamiento, asegurando una atención basada en evidencia y centrada en el paciente.
BIBLIOGRAFÍA
Vargas, M. (2020). Historia clínica y valoración en fisioterapia. NPunto, III(31), 4-33. https://www.npunto.es/content/src/pdf-articulo/5f969a3581fd7art1.pdf