La valoración fisioterapéutica es un paso clave en el abordaje de lesiones y afecciones musculoesqueléticas. Permite al fisioterapeuta comprender a fondo la condición del paciente. A partir de esta información, se diseña un plan de tratamiento personalizado y eficaz. Este proceso comienza con la anamnesis, donde se recogen datos médicos, síntomas actuales y antecedentes relevantes. Luego, se realiza una exploración física detallada para identificar debilidades, restricciones o desequilibrios. Esta valoración exhaustiva es esencial para establecer objetivos terapéuticos claros y alcanzables. Además, permite detectar problemas subyacentes que podrían estar agravando la situación del paciente. Una evaluación adecuada es fundamental para el éxito del tratamiento. No solo se enfoca en la recuperación, sino también en la prevención de futuras lesiones. Identificar factores de riesgo a tiempo puede evitar que se desarrollen problemas crónicos. La información recogida orienta todas las decisiones clínicas del fisioterapeuta. Garantiza una atención segura, individualizada y basada en evidencias. En resumen, valorar correctamente al paciente es el primer paso hacia una recuperación eficaz y sostenible.