Desde una perspectiva general, la ética y la moral son conceptos estrechamente relacionados, pero con algunas diferencias importantes. La moral se refiere al conjunto de normas, valores y costumbres que una sociedad o un individuo considera correctas para vivir en armonía y tomar decisiones sobre lo que está bien o mal. Es decir, la moral varía según la cultura, la educación, la religión y las experiencias personales.
Por otro lado, la ética es una rama de la filosofía que estudia y reflexiona sobre esas normas morales. Busca comprender por qué consideramos algo bueno o malo, y propone principios que orienten la conducta humana de forma razonada. La ética permite cuestionar y analizar críticamente nuestras acciones, más allá de lo que dicta la costumbre o la tradición.
En el campo profesional, como en la psicología clínica, la ética y la moral son fundamentales para asegurar una práctica responsable, respetuosa y comprometida con el bienestar del paciente. Ambas guían la toma de decisiones y refuerzan el compromiso con los valores humanos y sociales.