La fotografía representa la fusión entre tradición y modernidad como impulso del cambio social, al mostrar a un grupo de personas en actitud de diálogo, rodeadas de elementos culturales propios, mientras integran el uso de dispositivos digitales. Esta escena evidencia que el cambio social no se impone desde afuera, sino que se construye desde lo local, valorando el protagonismo de las comunidades.
Lejos de ser un adorno, el uso de computadoras en este contexto simboliza la capacidad de las comunidades para fortalecer su identidad, expresar sus demandas y generar participación activa. Así, la comunicación, se percibe como un proceso colectivo y transformador, donde se entretejen saberes ancestrales con herramientas contemporáneas.
Por tanto, la imagen cuestiona sobre quién comunica, cómo y para qué, destacando que el cambio social auténtico ocurre cuando las comunidades acceden a medios que les permiten narrar sus propias realidades, desde su territorio, su cultura y su voz.
Redactado por: Sofía Riera Pomboza