Ventajas:
- Reducción de costos de hardware.
- Mejora en la eficiencia de recursos.
- Facilidad de gestión y mantenimiento.
- Escalabilidad rápida.
- Aislamiento de aplicaciones.
Desventajas:
- Complejidad en la configuración.
- Posibles problemas de rendimiento.
- Dependencia de software de virtualización.
- Riesgos de seguridad en entornos compartidos.
- Costos de licencias adicionales.