En el tiempo que llevamos de clases, han habido momentos en los que yo creo que la comunicación efectiva ha sido clave y otros en los que hubiera sido útil aplicarla mejor.
Un ejemplo en el que la comunicación efectiva nos ha beneficiado es cuando los profesores fomentan el pensamiento crítico y nos permiten expresar nuestras ideas a través de seminarios. Estos espacios nos han ayudado a compartir opiniones, intercambiar ideas y trabajar en equipo, además de incentivarnos a escuchar y considerar distintos puntos de vista.
De igual forma, cuando los profesores comunican de manera clara las reglas con las que dirigen sus clases. Esto evita malentendidos y permite llevar la materia de forma organizada, asegurando que conozcamos con antelación los tiempos, actividades pendientes y temas a tratar.