1. El aula es un laboratorio pedagógico potencial para formar investigadores
El aula se concibe como un espacio para la búsqueda activa del conocimiento, donde los estudiantes no solo memorizan, sino que también desarrollan habilidades investigativas al enfrentar problemas reales y crear soluciones basadas en el razonamiento. Promover la investigación en clase convierte el aprendizaje en un proceso dinámico, centrado en la curiosidad y el pensamiento crítico, preparando así a los estudiantes para ser futuros expertos.
2. Se investiga para enseñar y enseñar lo que se investiga
Investigar y compartir conocimientos van de la mano. Un profesor que investiga mejora tanto su dominio del tema como su capacidad para enseñar claramente. Al basar las clases en investigaciones actuales, se promueve un aprendizaje activo y crítico, donde los estudiantes construyen y actualizan su comprensión en lugar de solo memorizar.