Primera frase: El lenguaje no es solo una herramienta para hablar, es lo que nos permite vivir en sociedad. Imaginémonos tratar de convivir con alguien sin poder expresar lo que sentimos, lo que pensamos o lo que necesitamos, sería un caos total. Gracias al lenguaje podemos organizar nuestras ideas, compartir conocimientos y hasta transmitir valores de generación en generación. Es tan importante que, sin él, la educación, la cultura o incluso las relaciones personales no existirían como las conocemos. El lenguaje nos da identidad, nos conecta con otros y nos permite evolucionar como seres humanos. Por eso pienso que cuidar cómo lo usamos es clave, porque lo que decimos y cómo lo decimos puede construir o destruir.


Segunda frase: A veces uno cree que hablar bonito o escribir bien es solo para sacar buenas notas, pero en realidad va mucho más allá. Saber escuchar con atención es una forma de respeto, y hoy en día eso hace mucha falta. Hablar con claridad evita malos entendidos y demuestra que uno sabe lo que dice. Y escribir con propiedad no es solo usar buena ortografía, sino también expresar bien nuestras ideas, ser ordenados y coherentes. Yo creo que una persona que domina estas tres habilidades no solo se nota más preparada, sino que también se relaciona mejor con los demás. Al final, todo se resume en algo simple: saber comunicarse bien nos abre puertas, ganamos el respeto de otros y mejora cualquier convivencia.