1.El lenguaje es lo que nos permite estar realmente con los demás. No es solo hablar por hablar, es entendernos, compartir lo que sentimos, lo que pensamos. Con el lenguaje pedimos ayuda, damos cariño, resolvemos problemas o simplemente nos acompañamos. Sin él, la vida sería como estar en silencio con el mundo todo el tiempo. Estaríamos aislados, sin forma de conectar.

Incluso cuando estamos solos, seguimos pensando en palabras. El lenguaje está en todo: en una canción, en una conversación, en una carta, en un abrazo que dice más porque va acompañado de un "te extraño". Así de importante es.

2.Escuchar de verdad a alguien es más difícil de lo que parece. No se trata solo de oír, sino de estar presente, sin interrumpir, sin pensar en lo que uno va a decir después. Y cuando se habla, hacerlo con claridad y respeto cambia completamente la forma en que los demás responden.

Escribir bien también va más allá de las reglas , es cuidar lo que se dice, organizar las ideas, pensar en cómo puede ser entendido por quien lee. Estas tres habilidades: escuchar, hablar y escribir, son fundamentales para convivir. Cuando se usan con conciencia, la comunicación fluye, los malentendidos se evitan y el respeto crece.