Las principales categorías son:
Supercomputadoras: Potentes y veloces, usadas en laboratorios científicos.
Mainframes: Ideales para empresas grandes que manejan muchos datos al mismo tiempo, como bancos o aseguradoras.
Minicomputadoras: Una opción intermedia que solía usarse en oficinas o departamentos específicos dentro de una empresa.
Computadoras personales (PC): Las más comunes, usadas en casa o en oficinas para tareas cotidianas como redactar documentos o navegar por internet.
Computadoras integradas (embebidas): Están dentro de otros aparatos como electrodomésticos, relojes inteligentes o autos, y cumplen tareas específicas sin que lo notemos.